Resumen del informe de país sobre Chipre 2024

Resumen

El Informe de País de la Comisión Europea sobre Chipre 2024 ofrece un análisis exhaustivo del rendimiento económico, la salud fiscal y los desafíos estructurales del país en el marco del Semestre Europeo. En 2023, la economía chipriota demostró resiliencia, alcanzando un crecimiento del PIB real del 2,5 %, tras un sólido crecimiento del 5,1 % en 2022. Esta desaceleración refleja la normalización de la recuperación pospandemia y los desafíos externos, incluidas las tensiones geopolíticas. De cara al futuro, se proyecta que la economía se expanda un 2,8 % en 2024 y un 2,9 % en 2025, impulsada principalmente por la demanda interna, con un papel importante tanto del consumo como de la inversión.

La inversión privada en Chipre se mantiene ligeramente por debajo de la media de la UE, con una notable concentración en el sector de la construcción. Los hogares representan casi la mitad de todas las inversiones, el doble de la media de la UE, lo que indica una fuerte demanda de vivienda. Si bien la inversión extranjera está aumentando en diversos sectores, en particular el inmobiliario, las inversiones que mejoran la productividad, como la investigación y el desarrollo, se mantienen bajas. Esta tendencia plantea riesgos potenciales para la competitividad a largo plazo del país.

El sector exportador ha experimentado una desaceleración, con los ingresos totales por exportación prácticamente estancados en 2023 tras un crecimiento significativo en los dos años anteriores. Sin embargo, el sector turístico mostró una notable recuperación, alcanzando aproximadamente el 97 % de los niveles de llegadas de 2019 y registrando un aumento anual de ingresos superior al 20 %. Por el contrario, las exportaciones de servicios, como los legales y contables, disminuyeron, en parte debido a las repercusiones de la agresión rusa en Ucrania. No obstante, la economía continúa diversificándose, y las TIC y los servicios profesionales aumentaron su participación en las exportaciones de servicios, pasando de aproximadamente el 21 % en 2016-2019 a casi el 40 % en 2023.

El déficit por cuenta corriente se amplió significativamente, del 7,9 % del PIB en 2022 al 12,1 % en 2023, lo que pone de relieve vulnerabilidades como la dependencia de las importaciones de petróleo, materias primas y bienes de consumo. Además, la repatriación de beneficios por parte de empresas extranjeras, incluidos los bancos, ha contribuido a un creciente déficit de renta primaria, que superó el 10 % en 2023. Estos factores subrayan la necesidad de reformas estructurales para fortalecer la resiliencia de la economía.

La inflación ha mostrado indicios de moderación, disminuyendo de un máximo del 8,1 % en 2022 al 3,9 % en 2023, debido principalmente a la bajada de los precios de la energía y al ajuste monetario. Sin embargo, la inflación subyacente se mantiene elevada, influenciada por los aumentos previos en los precios de la energía y los alimentos, y la fuerte demanda de servicios. Se espera que la inflación continúe su tendencia a la baja, en línea con el objetivo del Banco Central Europeo para los próximos años.

El mercado laboral se ha beneficiado del positivo entorno económico, con un aumento del empleo del 1,5 % y una tasa de desempleo que descendió al 6,1 % en 2023. El crecimiento del empleo es particularmente fuerte en sectores como las TIC, el comercio minorista y el turismo. Los salarios también han aumentado, impulsados ​​por los mecanismos de indexación a la inflación y un mercado laboral ajustado, aunque se espera que el crecimiento salarial se modere en consonancia con la evolución de la inflación.

La posición fiscal de Chipre se mantiene sólida, con un superávit de las administraciones públicas del 3,1 % del PIB en 2023, atribuido al fuerte crecimiento de los ingresos que compensó el aumento del gasto en salarios públicos, pensiones y sanidad. Las perspectivas fiscales son positivas, con superávits continuos proyectados a medio plazo. Sin embargo, persisten los desafíos para orientar eficazmente las medidas de apoyo energético, ya que muchas no incentivan la conservación de energía ni están dirigidas específicamente a los hogares vulnerables. La implementación del Plan de Recuperación y Resiliencia (PRR) de Chipre, incluido el capítulo REPowerEU, es crucial para abordar los desafíos estructurales y promover el crecimiento sostenible. El plan se centra en la diversificación de la economía, la mejora de la eficiencia energética y la aceleración de las transiciones ecológica y digital. Sin embargo, los retrasos en la implementación de reformas e inversiones suponen riesgos para el logro de los objetivos del plan antes de la fecha límite de 2026.

En resumen, si bien Chipre ha demostrado resiliencia económica y solidez fiscal, se enfrenta a desafíos constantes relacionados con la composición de la inversión, los desequilibrios externos y las reformas estructurales. Abordar estos problemas mediante la implementación eficaz de políticas e inversiones estratégicas es esencial para garantizar la estabilidad económica a largo plazo y la convergencia con los estándares de la UE.

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